¡Bienvenidos a nuestra nueva sección del blog donde exploraremos las biografías de autores famosos que han dejado una huella indeleble en el mundo de la literatura! En cada entrada, profundizaremos en la vida y obra de un escritor influyente, ofreciendo una mirada detallada a sus contribuciones literarias y su legado. Inauguramos esta serie con una figura central de la literatura española: Miguel de Unamuno.
Miguel de Unamuno y Jugo nació el 29 de septiembre de 1864 en Bilbao, España. Desde joven mostró una gran inclinación hacia los estudios y la reflexión filosófica. A los diez años, vivió de cerca el asedio de Bilbao durante la Tercera Guerra Carlista, una experiencia que marcaría profundamente su pensamiento y obra.
Unamuno se trasladó a Madrid para estudiar Filosofía y Letras en la Universidad Central, donde se graduó con honores en 1883. Su tesis doctoral versó sobre la lengua vasca, reflejando su interés por la identidad y las raíces culturales.
En 1891, Unamuno obtuvo la cátedra de griego en la Universidad de Salamanca, institución con la que mantendría una relación estrecha durante gran parte de su vida. Fue rector de la universidad en varias ocasiones, destacándose por su defensa apasionada de la libertad de cátedra y su oposición a la dictadura de Primo de Rivera, lo que le costó el exilio interno y la pérdida temporal de su cátedra.
Unamuno es conocido por su vasta producción literaria que abarca ensayos, novelas, poesía y teatro. Entre sus obras más destacadas se encuentran:
Unamuno fue un pensador profundo y original, cuyas ideas a menudo desafiaron las corrientes dominantes de su tiempo. Su filosofía se centraba en la búsqueda de la verdad y el sentido de la vida, enfrentándose a la paradoja de la razón y la fe. Creía en la necesidad de la duda y la inquietud como motores del conocimiento y el crecimiento personal.
Uno de sus conceptos más conocidos es el «sentimiento trágico de la vida», que refleja la angustia existencial del ser humano consciente de su mortalidad y la búsqueda de una inmortalidad espiritual. Este tema permea gran parte de su obra literaria y filosófica, haciéndolo un precursor del existencialismo.
Debido a sus abiertas críticas al régimen de Primo de Rivera, Unamuno fue destituido de su puesto y desterrado a la isla de Fuerteventura en 1924. Sin embargo, logró escapar a Francia, donde continuó su labor intelectual y literaria hasta su regreso a España en 1930, tras la caída de la dictadura.
Con el estallido de la Guerra Civil Española en 1936, Unamuno se encontró nuevamente en una posición de oposición. Su famosa confrontación con el general Millán Astray en la Universidad de Salamanca, donde pronunció la frase «¡Venceréis, pero no convenceréis!», ejemplifica su valentía y compromiso con la verdad. Miguel de Unamuno falleció el 31 de diciembre de 1936 en Salamanca, dejando un legado perdurable en la literatura y el pensamiento español.
Miguel de Unamuno fue un gigante de la literatura y la filosofía española, cuya obra sigue siendo objeto de estudio y admiración. Su vida, marcada por la lucha intelectual y la búsqueda incansable de la verdad, es un testimonio de la fuerza del pensamiento crítico y la importancia de la integridad intelectual.
© Jaime Molina